Estas cifras de negocio de la telefonía móvil representan un enorme botín de beneficios que algunas compañías intentan conquistar lanzando ofertas y mejorando las condiciones de la competencia. Por otra parte, la cláusula de permanencia es una de las principales herramientas que estas empresas utilizan para retener a sus usuarios.
“La mayoría de personas olvida cuándo finaliza su permanencia en la compañía y continúan en ella, tal vez con un contrato peor del que podrían tener porque piensan que todavía no pueden marcharse” dijo David Navarro, CEO de Wiquot. Con este objetivo, Wiquot, una empresa del sector Fintech español (del inglés finance y technology), ha presentado una alerta gratuíta que recordará a los usuarios cuándo expira la obligación de permanecer con su operadora.
8 trampas relacionadas con la permanencia que todos los clientes deberían tener en cuenta:
1º Ofrecen una mejor oferta cuando el cliente se da de baja. Las compañías tienen la costumbre de intentar seducirte con precios reducidos y condiciones atractivas para que no abandones el servicio. Sin embargo, es importante extremar las precauciones porque entre la letra pequeña del contrato suelen aparecer tarifas extra o ampliaciones de la permanencia.
2º Regalan un smartphone. Esto se convirtió en algo muy común hace unos años, pero los móviles de alta gama no se regalan. Muchos usuarios se exponen a largas permanencias con tarifas muy elevadas por disponer de un terminal gratuito. Lo más recomendable es comprar un móvil liberado y escoger la tarifa más conveniente.
3º Móviles sin liberar. Hasta hace algún tiempo las compañías ofrecían terminales, de contrato o de tarjeta indistintamente, que no estaban liberados. Esta circunstancia impedía al usuario desbloquearlos y usarlos con los servicios de otra empresa hasta que finalizase la permanencia.
4º Tarifas promocionales. Es fácil caer en una oferta y más si es una de esas “que no podrás rechazar”, pero las tarifas económicas o muy ventajosas casi siempre implican una renovación de la permanencia y la aplicación de sanciones elevadas en caso de baja (acción que no es legal).
5º Triple permanencia. La normativa al respecto se ha endurecido, pero sigue siendo necesario tener mucho cuidado con lo que firmamos. La cláusula de permanencia se divide en: permanencia de operadora, el cliente puede cambiar de tarifa pero no de compañía; permanencia de tarifa, el cliente está obligado a conservar la misma tarifa durante la vigencia del contrato; y permanencia del terminal, no se puede dar de baja hasta haber pagado el teléfono. Es importante tener en cuenta estos términos para estar prevenidos.
6º Llamadas en espera. El cliente que quiera darse de baja deberá asumir que le espera un auténtico calvario laberíntico hasta dar con el teleoperador que le ayude. Muchas veces el usuario desiste antes de lograr rescindir su contrato
7º Complicaciones al darse de baja. Cuando nos atiende el servicio de operadores automáticos no existe la posibilidad de darse de baja. Lo más recomendable es elegir cualquier otro asunto, por ejemplo “consultar tarifa”, y comentarle nuestro caso a la persona encargada.
8º Altas penalizaciones. Esto representa la mayor baza de intimidación que juegan las operadoras. Llegan a amenazar al cliente con multas muy elevadas si no cumple con el tiempo de la permanencia. Según la última ley de 2014, las compañías no podrán exigirle al usuario el 100% de la penalización (entre 200 y 350€).
Fuente: Juan Carballo / Computer Hoy
