La columna es de hierro…y no se oxida. Se mantiene impecable, no como esos cuchillos de todo a cien en cuya hoja se lee Acero Inoxidable, y a los dos meses una inquietante sombra anaranjada empieza a cubrir su ya nunca más sonrisa «Profiden». La columna no, la columna es otra cosa. Y claro, después de rascarnos la cabeza, nos preguntamos: ¿pero una aleación de la que resulte un acero inoxidable no era invento de nuestra época?
Reformatorio de Ohio Hay visitas guiadas por las noches, para los más osados, a través de los pasillos y celdas.