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TEMPERATURAS DE UN ORDENADOR



Autor Tema: TEMPERATURAS DE UN ORDENADOR  (Leído 1935 veces)

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TEMPERATURAS DE UN ORDENADOR
« en: Diciembre 29, 2010, 06:39:05 am »
TEMPERATURAS DE UN ORDENADOR


No se puede dar una temperatura que sirva para todos los procesadores, ni tan siquiera para los de una determinada marca o modelo de procesador, ya que esta temperatura va a depender del diseño de este y de su rendimiento, de forma que una temperatura de 65º puede ser excesiva para un procesador y perfectamente normal para otro (incluso de la misma marca).

Pero ¿es realmente preocupante una temperatura alta de funcionamiento?. Pues, mientras que no sobrepase los límites establecidos por el fabricante, no es preocupante. Me explico: Mientras que un AMD 64 x2 4200+ puede llegar a trabajar a una temperatura en torno a los 60º - 65º (cuando le pedimos un rendimiento ya alto), un AMD 64 x2 6000+ lo puede hacer sobre los 75º. Esta diferencia de temperatura se debe a que el primero tiene un TDP (Termal Design Power) de 65w, mientras que en el caso del segundo el TDP es de 125w. Esto, teniendo en cuenta que ambos están fabricados con la misma tecnología (de 90nm), significa básicamente que el segundo tiene un mayor consumo de energía, y por lo tanto produce una mayor temperatura, que evidentemente hay que evacuar.
Tanto Intel como AMD suelen publicar en sus respectivas páginas Web los datos referentes al TDP de sus procesadores, si bien es cierto que no suelen emplear los mismos parámetros, ya que no existe una norma fija para este dato. Mientras que AMD toma como referencia el consumo máximo de sus procesadores, Intel toma como referencia una media de aproximadamente el 75% de su consumo máximo. Este valor del 75% quizás sea algo más lógico como punto de referencia, ya que un procesador no suele trabajar a más de este valor salvo en muy contadas ocasiones, siempre por periodos cortos de tiempo.

Este problema si que podía llegar a ser preocupante hace unos años, en los que los procesadores carecían de una protección eficaz contra los excesos de temperatura (muchos recordaran que era en la placa base en la que se configuraban las temperaturas de alarma y apagado (alert temperature y shutdown temperature), tanto para que emitiera un aviso de exceso de esta temperatura como para que, llegado el caso, apagara el ordenador. Esto evitaba en muchas ocasiones que el procesador se quemara por un exceso de temperatura, provocado por un fallo en el ventilador del disipador. Pero hoy en día (y desde hace unos años) este problema está solucionado (tanto por Intel como por AMD) mediante una serie de protecciones incluidas en el mismo procesador, que hacen que cuando este sobrepasa una determinada temperatura (que repito que no es la misma para todos los procesadores, ni incluso dentro de la misma marca y modelo), estos bajen su rendimiento, llegando en caso necesario a apagar o a bloquear el equipo. Este sistema no es un seguro para evitar averías en el procesador por excesos de temperaturas, pero no por el sistema en sí mismo, sino porque a veces nos empeñamos en volver a poner en funcionamiento el ordenador sin darle tiempo al procesador a volver a unos valores normales de temperatura.
Cuando esto nos ocurra deberíamos dejar el ordenador durante al menos 10 minutos, que es el tiempo necesario para que el procesador recupere una temperatura baja de funcionamiento.

En términos generales, podemos decir que una temperatura normal de funcionamiento de un procesador se encuentra entre los 46º y los 60º, pudiendo llegar esta temperatura durante periodos cortos de tiempo a los 80º en el caso de procesadores de muy alto rendimiento, cuando se les exige que den toda su potencia.
Por lo ya expuesto, una temperatura de trabajo de 70º puede ser perfectamente normal en un procesador, mientras que en otro es una temperatura totalmente excesiva.
Por supuesto, siempre podemos recurrir a instalar un disipador con un mayor poder de refrigeración en nuestro equipo. Esto es sobre todo recomendable si solemos exigirle a este que trabaje cerca de sus límites durante periodos más o menos largos de tiempo o si tenemos un problema serio de refrigeración del equipo.


Se ha hablado y escrito mucho sobre los problemas de calentamiento de los procesadores AMD. Esto es cierto en los AMD K5 y K6 - K6-2 - K6-III y en los primeros AMD Athlon y Athlon XP (hasta que por fin AMD solucionó este problema con los Athlon XP con núcleo Thoroughbred - B. A partir de ese momento, los procesadores AMD no han vuelto a dar ningún problema con su temperatura de trabajo. No se puede decir lo mismo de Intel, que si que ha tenido problemas (y muy serios, incluso más que en el caso de AMD) con sus procesadores de la serie Pentium 4 con núcleo Prescott, problemas que incluso obligaron a Intel a abandonar sus planes de llevar a estos procesadores hasta los 4000MHz ante la imposibilidad de solucionarlos, ya que ni siquiera el cambiar de socket 478 a socket 775 (que en teoría mejora notablemente la circulación del aire y por lo tanto la refrigeración de los procesadores) consiguió solucionar este problema.

Otra cuestión es el tema de la temperatura de funcionamiento de las placas base. Estas tienen también varias fuentes de calor, sobre todo el Northbridge, southbridge y de los reguladores de voltaje y condensadores, aunque en el caso de estos el mayor problema es su proximidad en muchas placas a la zona del disipador del procesador. Cada vez es más común ver placas con sistemas de refrigeración, tanto activa como pasiva, para estos elementos. En general podemos cifrar la temperatura de trabajo de una placa base moderna en torno a los 45º - 50º, pudiendo llegar a niveles algo más altos en el caso de pedirles un rendimiento extra.


Y por último, pero no por ser el menos importante ni el que menos calor genera, hablaremos de las tarjetas gráficas.
Las tarjetas gráficas han incrementado su potencia en los últimos meses de una forma muy importante, pero esto ha supuesto también que ha aumentado su temperatura de funcionamiento en igual medida.
En poco tiempo hemos pasado de unas tarjetas gráficas que tenían bastante refrigeración con un disipador pasivo o, como mucho, con un pequeño ventilador a unos tarjetas gráficas de alto rendimiento, en las que se recurre a sistemas de refrigeración que incluso llegan a necesitar ocupar dos ranuras de expansión, con sistemas de refrigeración por líquido y grandes ventiladores. Debemos tener en cuenta que alguna de estas tarjetas pueden llegar a generar temperaturas superiores a los 100º.

Mención aparte merece un elemento que, si bien no tiene por qué influir en la temperatura de un PC, si que influye debido a su colocación. Hablamos de la fuente de alimentación. Por el diseño de los ordenadores, la fuente de alimentación está normalmente colocada en la parte superior de la caja, justo encima del procesador. Pues bien, en condiciones normales de funcionamiento esto no supone ningún problema, ya que el mismo ventilador de dicha fuente ayuda a evacuar el aire caliente del interior de la torre (o caja), pero si que se convierte en un problema cuando este ventilador deja de funcionar, ya que en ese caso una buena parte del calor generado por la fuente de alimentación (que es bastante) se queda dentro de la torre, produciendo como consecuencia de esto un calentamiento extra de los demás elementos.

En resumen, este es un tema (el de la temperatura) del que debemos estar pendientes, aunque sin llegar a obsesionarnos, teniendo en cuenta siempre que no todos los ordenadores trabajan a las mismas temperaturas (sin que esto sea ningún problema) y que a mayor rendimiento también va a ser mayor la temperatura... y el consumo de energía. El que un procesador trabaje a una mayor temperatura no tiene mayor problema, mientras que esta se encuentre dentro de los límites establecidos por el fabricante.

Lo que si es muy importante (y que a veces olvidamos) es que esa temperatura que se genera no se quede en el ordenador, sino que sea evacuada lo antes posible al exterior, manteniendo en todo momento una buena circulación de aire dentro de nuestro PC.
Para ello podemos recurrir a ventiladores extra en la caja, tanto para sacar el aire caliente como, en caso necesario, para introducir aire fresco del exterior.



FUENTE: JOSITO en configurarequipos
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